El ROI es una de las métricas más importantes a la hora de descubrir la rentabilidad de tu negocio, ya que refleja las ganancias o resultados obtenidos con cada acción implementada.
Esto significa que expresa la relación entre lo que gastas y lo que obtienes, para averiguar si tus esfuerzos están dando los frutos que esperas o si la inversión no ha sido necesariamente próspera.
Sus aplicaciones son infinitas. Muestran los beneficios conseguidos tanto en volumen de ventas, campañas de marketing, propuesta de creación de marcas, anuncios en Google, y la lista sigue.Todo lo que involucra dinero y datos de por medio, se puede medir.
Calcular el ROI nos permite saber si nuestra inversión ha valido la pena, identificar cuáles son las estrategias que mejor rendimiento han presentado, así como, diferenciar aquellas que han sido deficientes.
Conocer estas claves, no solo te ayuda a revelar la rentabilidad de nuestro negocio, también sirve como análisis valioso que nos ayuda afinar y mejorar.
Al tener un historial de lo que sí funciona y lo que no, podremos reproducir las mismas estrategias a futuro o bien descartar otras para no cometer los mismos errores del pasado.
Si buscas acelerar el crecimiento de tu empresa y escalarla, el ROI te proporciona datos valiosos para hacerlo. En base al resultado, te ayuda a diferenciar cuáles son las estrategias que si han obtenido resultados positivos y efectivos de las débiles que solo te hacen perder tiempo, dinero y esperanzas.
Elevar las esperanzas creando metas difíciles de lograr es uno de los principales errores de cualquier empresa. Evaluar el ROI nos permite aterrizar y trazar metas alcanzables, pues se tiene como antecedente los rendimientos anteriores.
Basarse en el ROI permite planificar metas basadas en resultados tangibles y entender si las inversiones que hacemos en canales o acciones específicas realmente están valiendo la pena.
Al momento que evalúen tu empresa, sus inversores también podrán ver el ROI. De esta manera, podrás saber si la inversión tendrá frutos favorables o si los beneficios serán mínimos.
Medir el ROI facilita enormemente las tomas de decisiones de tu empresa. Pues se tiene información sobre qué tan rentable resulta invertir en determinados proyectos/productos o servicios y, en consecuencia, podrás saber en cuáles invertir esfuerzos o cancelarlos. El camino que debe tomar tu empresa en el futuro se vuelve más claro gracias a medir el retorno de inversión.
Ahora bien, no existe una sola fórmula para calcular el retorno de inversión de tu impresión. De hecho, existen varias maneras de lograrlo, pero a través de diferentes configuraciones de fórmulas. Cada una de ellas te revelará una métrica distinta pero todas indican el retorno de tu inversión.
Aquí te mencionamos una de las fórmulas más básicas para medir tu ROI. Funciona dividiendo los Ingresos Netos entre el Costo de Inversión. Los Ingresos Netos son el resultado del beneficio menos los gastos. Por ejemplo, si tu empresa invierte 20.000 euros y obtiene como resultados unas ganancias netas de 65.000 USD, el retorno habrá sido de:
ROI = 65.000/20.000 = 3,25
Esta fórmula de retorno de inversión de una empresa, sigue utilizando un denominador basado en el coste de la inversión. Consiste en restar las ganancias con los costes de inversión y dividirlos sobre el mismo.
Ganancias de la inversión – Costes de inversión/ Costes de inversión
Si quieres calcular el ROI de tu negocio, todo lo que tienes que hacer es restar el valor obtenido al valor total. Luego, dividir ese total entre el valor de la inversión.
Que en modo fórmula, se vería así:
Valor obtenido de beneficio – Valor total de la inversión/ Valor total de la inversión
Todo lo que tienes que hacer restar los Ingresos por ventas menos el Costo de los bienes vendidos y dividirlo por el mismo:
Ingresos por ventas – Costo de bienes vendidos/ Costo de bienes vendidos
Esta fórmula se usa para proyectos que ya han generado retribuciones de inversión. Pues no se toma en cuenta el costo que generó producirlos.
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Ponerse en diferentes escenarios nos ayuda a comprender mejor los números de nuestro negocio y asegurarnos de que el ROI sea favorable no solo a corto plazo sino también que sea sostenible a largo plazo.
Por poner un ejemplo, digamos que vendes formaciones online sobre productividad y manejo del tiempo en tu blog de crecimiento personal y profesional. Entre los gastos de producción de tu curso, recursos y la difusión del mismo invertiste unos 1000$ USD.
Al cabo de unas semanas después de verificar que todo está correcto para su lanzamiento, decides vender tu curso digital por 20$ USD. Un precio comprensible para tu comunidad por una formación de alto valor. Logras vender 130 accesos para tu curso de productividad, generando un total de 3300.
Tu reacción típica es estar feliz, al fin y al cabo has duplicado el valor invertido.
Pero es importante saber si ese margen de beneficio es útil a largo plazo, de manera que gran parte de tus ingresos vengan de aquel resultado.
Lo ideal sería que tu ROI sea lo suficientemente prometedor para generar ingresos continuos. Pero a veces hay que ponerse en el peor de los casos para darnos un golpe de realidad y evitar ese entusiasmo enceguecedor.
Con otras variables menos optimistas, como por ejemplo el hecho de que tu negocio de cursos solo realice 2 lanzamientos, y que por algún motivo la demanda de tus alumnos descienda en los meses venideros.
La inversión que en un inicio parecía funcionar debido a su jugoso ROI ya no es tan viable como parece.
Por eso, es recomendable que midas el ROI de tu empresa en distintos escenarios, añadiendo factores y anticipando posibles turbulencias en tus ventas. ¡La planificación es la mejor forma de evitar sorpresas desagradables!
Para obtener un buen retorno de inversión, debes aplicar las estrategias de crecimiento indicadas en tu empresa. En Kurios formamos a tu equipo mediante cursos co-creados con expertos que trabajan en las empresas más rentables e innovadoras del mundo: Facebook, Amazon, Uber y Dropbox.
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